Cualquier tipo de puerta automática funcionará gracias a un motor de tipo eléctrico y las fotocélulas que reciban señales y detecten obstáculos, accionando o deteniendo así todo el proceso de apertura y cierre de la puerta. Concretamente, las fotocélulas de las puertas correderas son dispositivos instalados cerca de la cancela automática, que no permitirán que la puerta se cierre si su radio de acción se ve oscurecido por la presencia de una persona o un coche. Existen por lo menos dos fotocélulas para cancelas de tipo automático, y se colocan en línea recta para comprobar si existe la presencia de algún obstáculo a lo largo de la cancela.
Conexión
Las fotocélulas se pueden colocar una delante de la otra, ya que una de ellas está programada para enviar señales a la segunda y a su vez transmitir directamente la entrada para el bloqueo del movimiento de la cancela en caso de un obstáculo.
La fotocélula, también llamada transmisora, tiene un LED que envía las señales infrarrojas a la otra fotocélula receptora que detectará la entrada. Cuando la segunda fotocélula no ve la luz infrarroja, envía inmediatamente una señal a la unidad de control, haciendo que la automatización se detenga.
Usar una luz infrarroja con una frecuencia que el ojo humano no pueda ver es una opción que se diseñó para evitar que la luz solar se interpusiese y enviase señales incorrectas a las fotocélulas.
La alineación de las fotocélulas de la cancela automática se calcula de tal manera que en esta posición determinada tanto las dos fotocélulas como el automatismo de la cancela se obstruyen por los coches o personas que pasan alrededor de la cancela móvil.
El montaje de fotocélulas de la cancela automática prevé la perfecta alineación de ambos sensores que deben colocarse a una misma altura. Durante la fase de montaje, la altura que se recomienda es de 50cm del suelo para poder solucionar con facilidad el problema de la alineación remota.
Ambas fotocélulas deben conectarse a la corriente, pero solo la transmisora, que envía el mando, deberá conectarse también a la centralita con un cable específico para fotocélulas. En cualquiera de los casos, es mejor contactar con el personal competente para montar de forma correcta las fotocélulas y así evitar crear cualquier tipo de problema para todo el sistema.
En cuanto al mantenimiento de fotocélulas, es muy importante controlar de forma continua y periódica el funcionamiento de estas, ya que podrían dañarse por algo como una simple tormenta. Puede ser que la fotocélula de la puerta no funcione e incluso en caso de una mala limpieza o la presencia de hojas o plantas; simplemente se tiene que limpiar para restablecer su funcionamiento correcto; por otro lado, si continúan habiendo problemas, se recomienda realizar una comprobación más detallada contactando con el fabricante.
Aunque ya no estén alineadas de forma perfecta, las fotocélulas dejarán de funcionar correctamente, pero en este caso solo será necesario reposicionarlas de un modo correcto para restablecer su actividad. En nuestras puertas automáticas siempre se duda de instalar o no las fotocélulas de seguridad, o también las llamadas células fotoeléctricas.
Existe la norma mínima de seguridad exigida por el Ministerio de Industria en la que se obliga a todas las puertas automáticas de garaje a tener como mínimo las fotocélulas.
QUÉ TIPO DE FOTOCÉLULAS INSTALAR
Si al final nos decidimos en instalar una fotocélula de seguridad en nuestra puerta automática, tendremos que decidirnos entre dos modelos: las fotocélulas de emisor-receptor y las fotocélulas de catadióptrico (conocidas también como fotocélulas de espejo).
Las fotocélulas emisor-receptor para cualquier tipo de puerta automática son válidas, y son de una calidad excepcional. Nuestras fotocélulas son bastante reducidas en cuanto a tamaño y funcionan a 12 ó 24V siendo de corriente alterna y continua, queriendo decir que son válidas para cualquier motor de puerta automática.
En cambio, las fotocélulas de tipo espejo solo se recomiendan para puertas de uso interior, dado que estas fotocélulas son afectadas fácilmente por condiciones meteorológicas adversas como el sol o la lluvia. Si se instalan en el interior de una puerta de garaje se pueden instalar de forma perfecta, ahorrándonos además tener que pasar el cable de un lado a otro de la puerta dado que para el espejo es necesario utilizar un cable.